Salimos de Québec a las 4.30 en el coche de Philippe. Un tío muy agradable, pero un poco demasiado para la fiesta que María de las Mercedes y yo llevábamos encima. Porque el miércoles es para contarlo, y con tiempo. Porque, amigos, VAYA NOCHE. Pub, posible huída a por calorías al McDo, discoteca en la sala de café del Parent, ala C para arriba, ala C para abajo, personas… varias, gofres duros, ron a deshoras, sandwich recalentado, conflictos internos, confesiones, correr modo imperativo, máster en entretener al personal, llamadas sospechosas, “tabarnac” para allí, “colisse” para allá, paseíto “peculiar” allá por el ala C… Pero esa es otra historia. Os dejo un par de fotos de la prefiesta.
A lo que iba, Mer se tiro el viaje con el baile del sambito. Cabeza 360 grados. En Montreal esperamos a nuestro bus dirección Boston, muriéndonos del aburrimiento 3 horas sin saber qué hacer. El viaje fue largo como él solo. Con parada en la frontera y todo el perifollo que se montan los americanos. A partir de ahí dormir como se pudo ya que era de noche. Había una chica con manta y peluche, sin coñas.
Boston nos esperaba con un frío de miedo. Sarah y Jorge se integraron desde el primer momento en USA desayunando el típico Egg McMuffin americano. El sitio donde empezaba el tour estaba muy cerca de la estación de buses. Así que nos plantamos bufanda, abrigos y todas las capas que teníamos a mano y nos dirigimos a Chinatown. Momentos de desesperación al no encontrar el numero de la calle de la que salía el tour. Veíamos desvanecerse nuestro sueño americano. Después de un par de llamadas la cosa no mejoraba mucho, pero de repente, ¡bajo la puerta de Chinatown se nos apareció nuestro guía kitai (chino)! Nos llevo a nuestro futuro bus y después de dejar las maletas nos fuimos al baño de un restaurante chino que no sabíamos qué demonios tenía que ver con el tour, pero allí se conocía todo el mundo. Mafia china, you know. Ya en el bus nos dimos cuenta de que éramos los únicos “no chinos” del viaje. Las explicaciones las daba en chino y luego en inglés, bastante curioso :)
Primera parada: Connecticut. Visitamos la universidad de Yale. Parecían castillitos. Todo muy bonito y muy grande. El comedor de la universidad parecía el de Hogwarts. Aprendimos la técnica china de la fotografía, tiene su pose específica y todo, ¡no os creáis que es moco de pavo!
De ahí cogimos el bus y nos dirigimos a Nueva York. Esta es la vista desde la autopista.
Nos dejaron en Chinatown para cenar. Nos paseamos por Chinatown y Little Italy antes de ir a cenar a un restaurante chino de los de verdad, de los que casi solo van chinos. Un poco de pollo al curry, pato, rollitos de primavera y té rojo. Sarah estaba un poco mala y fuimos a una farmacia china a comprar medicina para ella. Después hicimos un poco el guiri y compramos varios suvenires antes de que nos llevaran al hotel.
Aquella noche dormimos en un Renaissance de New Jersey. GENIAL. La entrada y los sitios comunes del hotel estaban cuidados al detalle y con grandes espacios para relajarse. La habitación también nos gustó mucho. No se cuidan nada mal estos chinos :)
Por la cara de felicidad que se te ve, se nota que te lo estás pasando genial
ResponderEliminarTe gusta mucho la comida china, te gustaría aprender chino, y ahora en el viaje que habéis elegido vais con chinos, a sus restaurantes, sus hoteles....... toda una premonición
ResponderEliminarLa verdad que no, no se cuidan nada mal esos chinos, se ve que el hotel está muy bien
ResponderEliminarPues estuvimos luego en un Hilton, ¡no te digo más!
ResponderEliminarEs que lo de los chinos genial jaja. Una vez estábamos en el ascensor cada uno poniendo su piso y estábamos al lado de las teclas nosotros y les oí que querían ir al 8, en chino claro. Y les pregunto en chino: ¿8? Y buenooooo jajaja Emocionadísimos jaja. Genial jaja :)