· 30 Oct: Día entero en New York City!!! 2/2

 [Continuación de  30 Oct: Día entero en New York City!!! 1/2]
 

De ahí nos querían llevar al museo militar y aéreo o nosequepollasaburridohastamorir, así que Mer y yo decidimos que nos íbamos en esas dos horas de museo a patear NYC. No sabíamos dónde demonios estábamos, pero sabíamos cómo sacarnos las castañas del fuego. Había tres apuestos hombres a los que les preguntamos qué podían hacer dos pobres chicas perdidas en un par de horas por nueva york. Nos indicaron el mejor camino: BROADWAY. Asi que allí que nos fuimos. Saltando y riendo. Por cierto, ¿a que nadie sabía que hay una discoteca Pachá en un sitio hipercutre de Nueva York, por los suburbios cercanos al rio Hudson? Si amigos, al lado del río Hudson pero en el que solo entraban camiones de carga y descarga, homless y chicas que siguen indicaciones de desconocidos.  

Y allí que estábamos, andando por las calles de NY, más a gusto que un arbusto, viendo las típicas casas de Manhattan, esas que tienen escaleras para llegar al portal.  

  

Llegamos a Broadway y esta vez sí que estaban las escaleras rojas abiertas, así que pedimos que nos hicieran una foto desde abajo a unas chicas. 

Desde arriba se veía Times Square desde una perspectiva genial. Al lado había unos chicos que nos daba un poco palo pedirles una foto porque estaban de risas. Al final lo hicimos y nos dijeron “Sí. Por supuesto” como si el favor se lo estuviéramos haciendo a ellos. Alguna coña ya se estaban haciendo porque se estaban venga a reír.

 Tiramos a patear un poco más, y nos encontramos a mucha gente mirando a una pantalla gigante y quisimos ver qué era. Allí estábamos en la pantalla haciendo el tonto y como yo iba de blanco se nos veía bastante :)

  

 

Al lado había un tío con el típico “free hugs” (abrazos gratis) al que, faltaría más, se los dimos. Aunque… era más “free cebolleting” que otra cosa.

Pasamos por el Hard Rock café...

Después nos entro la vena consumista-femenina y queríamos encontrar a toda costa Victoria’s Secret. Nos dispusimos a buscar a una neoyorkina, de esas que tenga cara de pasear por Cuenca cuando está en Broadway, sin cámara y sin nada de I (L) New York. Y la encontramos. Estábamos en la 41 avenue y nos dijo que tiráramos recto hasta la 34 y a la izquierda pasando Macy’s. Amen hermana. Para llegar hasta allí pasamos por la fashion avenue. Las aceras estaban llenas de pequeñas biografías de diseñadores famosos a lo “paseo de la fama” de Hollywood.

 

¡Allí estaba! Esperando a dos ángeles más (con poco presupuesto, por cierto). Nos recorrimos la tienda entera buscando algo que costara menos de diez dólares que pusiera Victoria’s Secret y de ahí salimos con nuestros dos tangas altura-abuela, pero de una abuela sexy. ¡Más felices con nuestra bolsita! 

Recorrimos todo Broadway de arriba abajo corriendo porque se nos hacía tarde para llegar al bus chino, ¡que si no se iban sin nosotras! Pasamos por el Rockefeller Center.

También por las Naciones Unidas.

Luego nos fuimos al Metropolitan Museum. El guía nos enseño las obras más importantes, entre ellas había obras de Murillo o Van Gogh, por ejemplo. También vimos esculturas y arte chino y egipcio. 

Después nos dejaron una hora libre para mirar el museo por nuestra cuenta, pero no nos lo pensamos dos veces y nos fuimos a Central Park, que estaba nada más salir del museo. Había mucha gente haciendo deporte, sentada en los bancos y paseando. Cada paso que das te das cuenta de que ese sitio te suena. Muchas películas tienen escenas de Central Park y parece que es un sitio que ya conoces. Nosotras hicimos la nuestra “Central Park love story” jajaja.

Volvimos al autobús y nos juntamos los 4. Vimos la 5th avenue. Estaba llena de tiendas, obvio. Eran todas marcas muy conocidas y con escaparates espectaculares. Nos llevaron a Broadway a cenar y no podíamos irnos de Nueva York sin comer en un Mc Donald’s (que los hay cada dos manzanas).

De retirada en el bus tuvimos el privilegio de escuchar la cultura china desde el interior (véanse ronquidos y politono del móvil de nuestro amado guía que parecía sacado de un funeral). Llegamos al Sheraton.  La habitación era igualita a la del Reinassance. Vamos, nos trataron como reyes.

Las chicas queríamos nuestro momento de relax con unos poquitos m&m, así que nos fuimos al pasillo en frente del ascensor que, como todo el mundo sabe, es donde está la marcha. Perrillos para arriba, perrillos para abajo, japonés cutre en pijama con portátil buscando internet, barbie-family en toallas bajando de la piscina, guía subiendo diciendo con cara de póker “¿qué demonios hacéis ahí?”, perrillo (uno de los de antes) que no se aguantaba antes de bajar y se dejó llevar en la moqueta dejando ahí sus necesidades fisiológicas, guía cambiado de ropa para pasar de ser guía a hombre accesible ofreciendo tomar bebidas espirituosas en su compañía, con nuestra consiguiente declinación de la propuesta. Y de ahí a la cama :)